Flora y Fauna

Flora y fauna son dos términos que van íntimamente ligados para poder garantizar el equilibrio fundamental del medio ambiente.
Nuestro paisaje, a pesar de tantos avatares, aún dispone de amplias superficies de vegetación autóctona y uno de los bosques mixtos mejor conservados de la Cordillera Cantábrica de un extraordinario valor ecológico:
bosques de robles, hayas, fresnos, avellanos, salgueros, capudres, abedules, acebos, tejos ocupan más de 3500 ha de la Reserva, creando zonas de singular encanto.
Por encima de los bosques dominan las arandaneras y pastizales de alta montaña, mezclados con matorrales.
Gran parte del herbolario tradicional crece también en estas tierras, así podemos encontrar: orégano, manzanilla, milenrama, verónica, genciana. Aunque, sin lugar a dudas la más popular es la grichándana o narciso; además de destacar por sus propiedades, es la reina indiscutible de nuestros prados por su belleza y así lo atestigua su leyenda.
En cuanto a fauna, todos sabemos la importancia que tiene en nuestros montes el oso pardo y el urogallo cantábrico, siendo Laciana un territorio clave para su supervivencia.

El urogallo cantábrico, exclusivo de la Cordillera Cantábrica, es la subespecie más escasa y amenazada del mundo. Aunque es un ave protegida, su situación resulta extremadamente delicada puesto que se encuentra en peligro de extinción y se estima que sólo queda medio millar de ejemplares adultos. Su supervivencia en nuestros bosques constituye un esfuerzo de custodia y conservación por parte de todos.

Al igual que el urogallo otra especie minoritaria es el oso cantábrico. Son junto con el lince las especies más amenazadas de la fauna española. Si bien, ha aumentado el número de especies, la viabilidad de la población cantábrica de osos no está garantizada a largo plazo;

habría que intensificar los esfuerzos para asegurar su conservación. El bosque mixto de Laciana contribuye a su recuperación y desarrollo al ser su hábitat natural.

Junto a ellos conviven también especies de notable interés como la liebre de piornal, la perdiz pardilla, el desmán ibérico, la nutria, el lobo, el corzo, el rebeco, el jabalí, salamandra, tritones. No debemos olvidarnos de las aves que surcan nuestro valle: cárabos, lechuzas, carboneros, águilas, milanos, cernícalos.. así como cigüeñas y garzas. Y la más apreciada de los ríos, la trucha.

 

 

Artículo:→→ clic aquí → “Las montañas de Alto Síl albergan los principales cantaderos de urogallos del Cantábrico”

Abedules

verbascum
 

narcisos

Osa con cria

Foto cedida por José María Díaz-Formentí